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La comida en el medioevo giró en torno a la alta nobleza y los banquetes que hacían. El concepto de comida exótica surgió, pero sólo aplicó a aquellos que podían costearla. Junto a esta, surgieron los primeros libros de cocina, escritos por Apicius (imagen inferior). Los banquetes se movieron alrededor del lujo, del servicio, de los excesos y por último del resplandor del “show”. Los banquetes trajeron consigo el concepto del mayordomo y además se movieron alrededor de la carne y las recetas sofisticadas. Claramente, los banquetes también tomaron un entorno religioso y se dividieron entre los magros y los grasos, para festividades como la Semana Santa. También, se creó un protocolo serio alrededor de estas, como la organización de asientos y el uso de utensilios o pan para comer. Era aceptado comer con las manos y limpiarse con el mantel. A pesar de esto, los platos eran de oro y el lujo no se dejaba de lado.

 

Asimismo, se creó una división de cocinas que fueron: las palaciegas, las monacales y las campesinas (en orden de más lujosas a menos). Durante esta época se desarrolló el pan como el centro de la cocina europea, y entre más blanco, más costoso. En los mercados se empezaron a conseguir gran variedad de manjares, sin embargo, estos solamente estaban en las ciudades. Cada clase social comía de acuerdo al estrato social al que perteneciera. 

 

BANQUETES Y RIQUEZA. 

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